Jhen-Los desolladores

Jhen-Los desolladores
En principio Jacques Martin se inspira en un suceso dramático ocurrido al final de la Guerra de los Cien Años. Al retirarse gradualmente de un conflicto casi terminado, los reyes de Francia e Inglaterra se iban deshaciendo de algunos de sus mercenarios. Compañías enteras de soldados se encontraron sin recursos y se convirtieron en hordas de saqueadores que asolaban la campiña francesa. Ante la crueldad de estos guerreros la historia les ha dado el nombre de desolladores, describiendo de forma realista Jacques Martin el comportamiento de estas bandas de sangrientos soldados.

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De este modo Jhen se ve requerido por un señor (feudal) que desea fortalecer las murallas de su ciudad. Pronto la ciudad se ve rodeada por un ejército de desolladores y la aventura se convierte en la historia de un asedio militar a través de una serie de ataques que continuarán durante varias semanas. La historia tiene por momentos un carácter didáctico. Esto permite a Jean Pleyers dibujar con su minuciosidad acostumbrada las murallas, el despliegue de soldados y las catapultas que nublan el cielo con sus proyectiles.

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Como acostumbra, Jean Pleyers multiplica los detalles de decorados y vestuario. Algunas viñetas podrían parecer sobrecargadas pero la sofisticación del diseño no quita legibilidad. El avance de un ejército por un camino adquiere de este modo el tamaño y la categoría de una pintura.

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Lejos de contentarse dibujando bellas imágenes, el dúo Martin-Pleyers también juega con la puesta en escena. Los autores exploran las posibilidades del noveno arte y crean varias secuencias audaces. Por ejemplo, la noche del asalto a las murallas se describe por medio de una serie de grandes viñetas estrechas que se extienden por toda la altura de la página y suponen un hito creativo.

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Una buena historia debe igualmente presentar unos personajes de peso y Jacques Martin crea para la ocasión algunos muy destacados. Los aliados son tan peligrosos como los enemigos y Conrad Tierstein, el terrible cabecilla de los desolladores, casi parece blando en comparación con el feroz Gilles de Rais. El Señor de la Méhargne, preboste real, se nos muestra todavía más ambiguo aunque su papel no es destacado. Para obtener un agradable efecto de contraste, el papel protagonista no es para los desolladores sino para un simple par de amantes. Ariana y Prefecto vivirán una breve y trágica historia de amor en medio de esta guerra; esta historia paralela aporta un toque de humanidad.

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Finalmente el asedio termina con la intervención de Gilles de Rais, quien viene al rescate de su arquitecto. Las barbaridades de Barba Azul vuelven a escena y Jhen descubre nuevas abominaciones contra las que se mantiene extrañamente impasible. No se rebelará hasta el siguiente álbum titulado Barba Azul… pero eso es otra historia.
Para mí este es el mejor álbum de la serie. Los desolladores son un intermedio en la larga y sombría saga de Gilles de Rais. Con Jacques Martin descubrimos un reino de Francia devastado al final de la Guerra de los Cien Años, y nos encontramos con un nada elegante medievo más sangriento de lo que podamos imaginar. Las costumbres de Gilles de Rais no eran en el fondo otra cosa que consecuencia de un tiempo en el que el condestable no tenía el monopolio de la ferocidad.

 

Escrito por Raymond del foro Lefranc, Alix, Jhen … et les autres. Traducción de Metamol.


El Oasis-Lefranc

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El Oasis, es una de las aventuras del rubio periodista de la etapa Gilles Chaillet, con guión de Jacques Martin, publicado en su día porLefranc42 Grijalbo (y proximamente por Netcom2) que más me ha gustado.

El argumento de entonces sigue estando vigente hoy en día, dibujado al principio de los años 80, es un álbum que no ha envejecido para nada. El planteamiento es el de unos terroristas islámicos, piratas del aire, que secuestran un Airbus con todo su pasaje y tripulación. Como es de esperar, con esta acción pretenden chantajear al gobierno pidiendo un rescate. En el avión se encuentra como no, el jóven JeanJean, amigo de Lefranc. De esta premisa parte esta exótica aventura ambientada en el desierto del Sáhara.

Con un desarrollo muy cinematográfico, al principio, se nos situa en un punto más o menos avanzado de la aventura, para a continuación, ir explicando mediante algún flashback el origen y transcurrir de los acontecimientos previos, hasta ponernos al día. Para ello, se intercalan viñetas simultaneas sin recurrir apenas a textos de apoyo, y estas por si mismas, unicamente por el dibujo, funcionan hábilmente dando a la narración y a la lectura fluidez y claridad.

Hay escenas destacables a comentar, remarcables son las viñetas de escenas aéreas, en concreto una donde los paracaidistas saltan del avión. Como en una película, fotograma a fotograma, vemos en una sola viñeta que se convierte en secuencia, el salto al vacio del paracaidista con la progresión completa de la acción, expuesta mediante diferentes figuras, hasta que finalmente el soldado toma tierra. Heredero del maestro Hergé, Jacques Martin tomó buena nota de su paso por los estudios, que duda cabe. Incluso con uno de los personajes, Rahim, hace un amago de gag, (aislado y gratuito en el conjunto de la narración), pero no por ello menos curioso (pues el autor era poco dado a ellos) e inevitablemente le recuerda a uno, a cierto Capitán de la marina mercante.

El dibujo es muy bueno de comienzo a fin, sin altibajos y el guión funciona sobradamente bien con personajes interesantes, medianamente bien desarrollados y definidos (dentro de los límites que imponen las 48 páginas).
Para dar apoyo al héroe Guy Lefranc, aquí muy en la línea de James Bond, este es equipado con un planeador especial y un fusil paralizante, por una especie de agente Q. Y por seguir con el guiño al agente 007 del cual Lefranc es muy deudor, la chica Bond aparece casi al final, muy fugazmente… ponerla al inicio de la aventura hubiera dado más juego.

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Una excelente composición de páginas donde resaltan especialmente viñetas verticales y horizontales. Una muy buena ambientación, acción, aventura…. en fin, un tebeo de los que ya no se hacen y que cuenta con todos los ingredientes para pasar un buen rato.

El tandem Jacques Martin/Gilles Chaillet consigue unos muy buenos resultados en esta ocasión. En resumen una aventura muy recomendable, y para mi gusto, de las mejores de esta etapa.

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Alix Senator-Las águilas de sangre

Seguramente, más de uno pensará que ya estamos otra vez con otro Alix nuevo del montón, que quiere seguir explotando la franquicia hasta el infinito, pero no, en este caso, tengo que decir rotundamente no. Alix Senator es una serie nueva e independiente a la original y clásica de Jacques Martin que mantiene muchas cosas de esta, eso sí. Le es fiel en muchos aspectos, en realidad, se trata de una secuela. Nos presenta al Galo-Romano con aproximadamente 50 años de edad, ha prosperado, es senador en Roma, tiene un hijo y es mentor del hijo de su amigo Enak, que aquí ha desaparecido. También es amigo y consejero del emperador Octavio Augusto que ahora gobierna.

A una portada muy seductora, le sigue un dibujo muy detallado, sin duda muy bueno, buenísimo. Se puede apreciar que el trazo en negro es mínimo, apenas para perfilar. Cada viñeta es un cuadro de colores casi de paleta de pintor, que te entra por los ojos muy rapidamente. Se utilizan una serie de sombras y brillos para dar volumen y dimensiones a las caras, de hecho, los rostros son de una expresión vivísima, casi reales. Textos muy pocos o los estrictamente necesarios para dar verosimilitud al relato, aquí el dibujo es el que narra primordialmente, el que marca el ritmo, y esto, creo que es uno de sus puntos fuertes.

Lo que más me ha gustado, ha sido un detalle del final muy bien engarzado con el pasado de Alix, es 100% Martin. Aunque se nos muestra dentro de otro estilo diferente, pues no es línea clara, el dibujo es realista aunque respetando las señas de identidad de Alix. Este cambio de tercio tan novedoso, pienso atraerá a un nuevo público además de conservar al de siempre. Alix es muy diferente pero a la vez, paradojicamente, es el mismo de siempre, solo que ha madurado. Te lo crees al verlo, porque ahora con sus canas, sigue teniendo la misma cara de niño, aunque no se ha quedado petrificado en el tiempo, y esto lo hace más humano, mucho más cercano y real. Un Alix menos maniqueo, con una lectura a dos níveles donde nada es explícito, con una trama detectivesca, intrigas palaciegas y profecías.

La recreación de Roma es majestuosa, con viñetas enormes donde se muestra dicha estampa. Si el símbolo de Roma es el águila, aquí está bien presente como parte del argumento, no en vano es parte del título … y que cabe decir del rigor histórico, como suele ser habitual excelente, nada que no sepamos ya.. Y no quiero desvelar más. Alix Senator aguarda muchas sorpresas y alegrías, y lo que es mejor, prepara a Alix para las nuevas generaciones… Buena lectura.


Jacques Martin ha vuelto

Orión nace en 1989 en plena madurez del dibujante Jacques Martin, que con Alix alcanza la consagración en el cómic Franco-Belga. El dibujante entra en conflicto con ediciones Casterman por desacuerdos comerciales y no quiere seguir publicando al galo-romano en según que condiciones. De esta manera surge este alter ego de «su más bello Alix» ambientando en la Grecia clásica y la guerra del Peloponeso, periodo de la historia preferido de Martin.
Publican hasta el momento cuatro álbumes en un dilatado periodo de tiempo (dos décadas nada menos). El primero, «El lago sagrado» (1990), el segundo, «El río Estigia» (1996) también dibujado por Martin, aunque finalizado en parte por Cristophe Simon colaborador suyo, dados los problemas de visión de aquel. Del tercero, se encarga ya Simon integramente, «El Faraón» (1998), y el cuarto ,»Los oráculos» (2011) por Marc Jailloux , que debuta espectacularmente en el universo Martin, todo un descubrimiento y destreza de talento. Tan bien lo hace, que el editor de Casterman lo pone al frente de la próxima aventura (por publicar) de Alix titulada «La última conquista» que es aún más increible puesto que toma fielmente como referencia el estilo gráfico del clásico y mítico «Las legiones perdidas». Logra un parecido tal con el original, que hasta la propia viuda de Jacques Martin sorprende, ya que este tristemente fallece antes de ver acabado el proyecto.

«Los Oráculos», se situa justo a continuación de «El lago sagrado» (1990), – el canto del Cisne del autor-, y supone un año de trabajo para terminarlo, Marc Jailloux se basa en un guión propio aunque con el beneplácito de Martin, que aprecia y anima al dibujante en todo momento. El mayor trabajo es la reconstrucción y documentación histórica, dar continuidad a un álbum en el que Jacques Martin está en plenas facultades gráficas no es tarea fácil. Jailloux subsana esta enorme responsabilidad para con el lector y el propio autor original, aplicándose con un nivel de auto-exigencia muy alto, el resultado salta a la vista. Marc Jailloux, un «enfant d´Alix», ha asimilado dentro de su propio estilo actual y moderno el trazo clásico de los personajes de Martin, en lo que es su proyecto personal y no ha escatimado medios para ello. Ha encarado con valentía la propuesta trazada y la respuesta ha sido muy positiva. Aún a riesgo de inevitables comparaciones, Orion vuelve a brillar en el firmamento.

M.Jailloux consigue al igual que el padre de Alix, reinventar la antiguedad idealizada para hacernos soñar de nuevo con la belleza luminosa del mundo antiguo. Un álbum muy bien elaborado con una historia muy bien narrada, con personajes trabajados, y numerosas reminiscencias y guiños al universo Alix, todo muy, muy familiar. Jacques Martin ha vuelto de la mano de Marc Jailloux.

Enak-Jacques Martin

Enak-Jacques Martin

Panayotis-Marc Jailloux

Panayotis-Marc Jailloux


El Lefranc irrepetible

Una vez completa la colección de los álbumes publicados hasta la fecha de Alix, la editorial Netcom2 continúa su labor de difusión de la obra de Jacques Martin publicando el resto de series en las que participó el maestro alsaciano.

Esto ha llevado a que con la publicación reciente de La guarida del lobo estén ya en la calle los cuatro primeros álbumes de Lefranc, cómics de enorme nivel todos ellos, que marcarían profundamente el devenir de la colección ya que el resto de aventuras que la componen palidecen en la comparación con las cuatro entregas iniciales.



La gran amenaza, El huracán de fuego, El misterio Borg y La guarida del lobo componen el indiscutible poker de ases de la colección y las obras predilectas dentro de la misma de casi todo aficionado a la serie.
Mi admiración se reparte entre todas por igual aunque si tengo que quedarme con alguna lo tendría complicado para elegir entre El huracán de fuego y El misterio Borg.

Quizás sea capaz de insertar una encuesta en la entrada de modo que también podáis elegir a vuestro Lefranc favorito entre los cuatro grandes clásicos…

… Y si algún otro álbum de la colección lo encuentras a la altura de éstos puedes dejar (en la propia encuesta si lo deseas) un comentario explicando lo que echas en falta.


Vasco: Los centinelas de la noche

ImagePara complementar el post de Olrik dedicado al nº3 de Vasco, La bizantina, escribo esta entrada sobre el nº4, Los centinelas de la noche, hasta ahora los únicos álbumes de Vasco publicados por NetCom2. Hacía tiempo que deseaba que Vasco fuese publicado en España y por fin lo he conseguido. Ayer me estrené en la lectura de esta gran serie histórica y hoy he terminado los dos tomos. Me ha parecido una buena serie de aventuras, ambientada precisamente en una de mis épocas preferidas: la Edad Media. La unión entre aventura y divulgación de la historia está muy lograda en la obra de este gran dibujante que fue Gilles Chaillet. Su empeño en reconstruir los monumentos y ciudades del pasado muestra un gran dominio de la arquitectura y una gran documentación, imprescindibles en el cómic histórico. Sin embargo, las figuras humanas fueron siempre una tarea pendiente para Chaillet. Si bien guarda las proporciones y perspectivas, los rostros son demasiado simples, poco trabajados, con escasos detalles. No parecen ser sino un complemento para los fondos majestuosos, verdaderos protagonistas de la obra.

ImageChaillet nos lleva a un período esencial de la Edad Media: el siglo XIV; una época hostil, azotada por la crisis, la peste, las guerras… En este caso, hace viajar a su personaje, el joven Vasco Baglioni, a una región de Europa en plena decadencia: el imperio bizantino. Chaillet nos muestra una Constantinopla acosada, arruinada, en la que los tiempos de gloria de Constantino y Justiniano ya han pasado. En Los centinelas de la noche nos muestra una región en otro tiempo perteneciente a ese imperio: Capadocia. Esta zona desértica tiene el atractivo de poseer un conjunto natural-artificial de formaciones subterráneas casi de fantasía: el valle de Goreme o Korama. Vasco y sus amigos descubren una comunidad de antiguos cruzados que continúan viviendo refugiados en esas extraordinarias construcciones excavadas por los cristianos desde el siglo III d.C. Asisten al enfrentamiento entre esta comunidad y los mongoles, que por aquel entonces dominaban esa zona (no será la última vez que Vasco se encuentre con ellos). Estas construcciones aparecen en otra serie de cómic: Las torres de Bois-Maury, concretamente en el nº8, titulado El selyúcida.Image

ImageLos guiones de Vasco me han parecido emocionantes. Enganchan desde la primera página. Pone en el papel varios elementos: aventura, amor, traición, honor, ambición… Al igual que Olrik, opino que la historia de amor entre Vasco y la princesa Sofía Cantacuceno está muy bien lograda. La serie presenta o más bien rescata un argumento clásico con la idea precisamente de que algo es clásico porque nunca muere. Con Vasco historia y aventura están servidas. Seguiré la colección para ver hacia donde viajaremos junto a Vasco y el resto de personajes.


Vasco, la Bizantina.

Vasco, la Bizantina

Vasco, la Bizantina

 Vasco, tiene unos guiones un tanto complejos, al menos en estos dos primeros álbumes, lanzamiento en exclusiva de la editorial Netcom2, sobre la mítica serie de caracter medieval del aclamado autor Gilles Chaillet, procedente de la mejor escuela Franco-Belga, titulados, La Bizantinalos centinelas de la noche. Leído y releído la Bizantina, puedo opinar con un poco más de criterio, ya que como serie inédita que se publica en nuestro país por primera vez, tampoco puedo juzgar la obra en su conjunto, así que hablaré sobre el inicio de este primer episodio (en realidad tercero y cuarto en orden de publicación) desde el total desconocimiento de la serie.

Me costó digerir un poco la primera lectura, decía guiones complejos porque estos desarrollan conflictos históricos que yo desconocía y por lo tanto cuestan un poco de situar. Se hace raro, por ejemplo, que genoveses y venecianos fueran potencias rivales, o que te muestren el declive de países desaparecidos de los que nada sabemos, ( yo al menos) como Constantinopla. Situarse en el contexto de la época es muy importante y obligado para entender la historia que nos presenta este cómic, aparte decir que en el argumento del álbum hay muchas intrigas de tipo político-comerciales difíciles de captar para quién no conozca más al detalle este determinado pasaje de la historia.

Además, creo que Vasco se mueve mucho de aquí para allá por el mundo a lo largo de los 23 capítulos de la serie, recorriendo de esta manera muchísimos escenarios variados y distintos entre sí, con lo cual esto puede desubicar un poco más al lector medio, al menos inicialmente. No es como ocurre en Jhen que siempre transcurre en Francia persiguiendo al invasor Inglés al final de la guerra de los cién años (otra excelente serie medieval de Jacques Martin publicada por la misma editorial). Vasco me parece una lectura un tanto densa y dificil de abordar, al menos en estas dos primeras aventuras, aunque quizás sea una cuestión de habituallación y acercamiento progresivo a la obra. Desde luego si que es una lección de historia magistralmente ilustrada, eso es indiscutible. Por otro lado, Alix me resulta más sencillo de leer, aún siendo cómic histórico, pero que más o menos siempre está situado en el mismo lugar con y dentro de la misma cultura, Roma, el imperio y los romanos, resulta todo mucho mas cercano y familiar, mas fluido, menos forzado.

Vasco, los centinelas de la noche

Vasco, los centinelas de la noche

A la gente que le guste la historia le va a encantar, conste que no me desagrada. Culturizarte, desde luego, te culturizas y aprendes, es una serie muy didáctica, lo que apabulla y abruma por momentos, es tanta información de golpe, culturas y costumbres diferentes, vocablos extranjeros, jerarquía militar, reyes, reinas, líneas sucesorias y dinastías, oligarquía propia de los paises, etc, etc .. me resulta un poco como la lista de los reyes Godos del colegio, así soltado todo de sopetón, otro poco me recuerda a un episodio del National Geographic o del canal historia, solo que en esta ocasión a cargo de Vasco Baglioni que es el protagonista. Se pone tanto empeño en el rigor histórico y documental, que por momentos se consigue entorpecer la lectura lastrando un tanto la narración, el ritmo y la acción de la aventura . Tal vez esté exagerando en cuanto al concepto, dado que es la primera impresión, pero ahora lo veo así. El dibujo atrae muchísimo, eso sí.

La ambientación es acojonante no tiene otra palabra, así como el vestuario, las catedrales, ciudades medievales, barcos, todo está minuciosamente documentado y consecuentemente muy bien dibujado en cuanto a escenarios, pero Vasco no es Alix, Jacques Martin dominaba mucho más las figuras humanas y su dinámica y aunque Chaillet llega a un cierto dominio de ambas cosas en esta serie que es considerada su mejor obra, este no llega a superar al maestro. La comparación es odiosa pero inevitable, Vasco es un producto diferente a Alix aunque ambos sean de la misma escuela, Chaillet sigue su propio camino, explora otros derroteros, a veces narrando de forma parecida a como Martin lo haría, pero… no esperéis otro Alix, no lo es.

Se me antoja un cómic realizado por un historiógrafo, de facultad y muy académico, oiga. Vasco es el cómic histórico llevado a sus últimas consecuencias. Es mi opinión.

 En definitiva:

Vasco, me enseña una lección de historia magistralmente ilustrada, donde la época del renacimiento se nos muestra en todo su esplendor, dando lugar, además de a los hechos históricos que se relatan, a las relaciones humanas como puedan ser entre ellas, la romántica relación entre Vasco y Sofía… estamos delante de una obra maestra que dará mucho que hablar, tiene lo mejor de la escuela Martin, donde el alumno es digno sucesor de su maestro, ambientaciones soberbias, personajes llenos de carisma y dinamismo. Gilles Chaillet en estado puro.

Vasco y Sofía


Lefranc, el vuelo del Spirit

 

Sinopsis:

Con motivo de la cumbre del G-7 en Washington, Lefranc se ve envuelto de nuevo en otra investigación sin comerlo ni beberlo cuando acude a cubrir la noticia. El Spirit de San Luis, primer avión en cruzar el Océano Atlántico sin escalas, es robado aprovechando la coyuntura de vorágine política del momento, por el malvado gangster Axel Borg, que en esta ocasión trata de extorsionar al gobierno yanki con uno de sus mayores símbolos. Nuestro héroe tendrá que poner toda la carne en el asador para resolver este asunto y llevarlo a buen puerto, apoyado por el F.B.I, tratará de recorrer algunos puntos estratégicos del mundo, como Groenlandia e Irlanda, para encontrar el aeroplano. 

El Capitolio de Washington magistralmente dibujado.

El Capitolio de Washington magistralmente dibujado.

Análisis:

Último álbum ilustrado por Chaillet donde denota un cierto relajamiento en el trazo, no llega al esplendor de los anteriores episodios graficamente hablando pero cumple con creces. Los escenarios es lo mejor dibujado, barcos cargueros, coches, helicópteros, aviones, paisajes, la era de los móviles e internet, la arquitectura y edificios varios. Las figuras humanas parecen algo estáticas y adolecen de falta de dinamismo, incluso se aprecian algunas desproporciones en el dibujo.

Bellos paisajes de Connemara, Irlanda donde estuve hace unos años. Lefranc tiene un episodio bastante cómico con una bella aldeana en un impropio e inédito arrebato de pasión, si en otros capítulos comentábamos (el amo del átomo) que era poco mujeriego, aquí se destapa con todas sus dotes de seducción y descaro, tomándose Chaillet algunas licencias de tipo picantes-sexuales propias de vodevil.

Lefranc no pierde comba...

Lefranc no pierde comba…

Conclusión:

Lefranc en clave de comedia, humor, una broma enorme, al que incluso disfrazan de payaso viéndose el mismo ridículo, no guarda mejor suerte su antagonista Axel Borg que lo atizan dos féminas a escobazos y el antaño tipo duro corre ahora a botiquín a curarse sus golpes.

Axel Borg en apuros ...

Axel Borg en apuros …

Dentro de todo esta parodia, llego a la conclusión que Chaillet ya debía estar harto de la serie y la quería finiquitar para dedicarse a sus propios personajes, por otra parte entiendo y comparto que la serie haya vuelto a lo vintage, es que no me pega nada ver a Axel Borg posteando su sardónica risa en Twitter o a Lefranc hablando por móvil.
Lo mejor y ya con un tono más serio, es la parte final, las escenas aéreas son excelentes, cazas militares, las vistas de pájaro del vuelo del Spirit, que por un momento te hacen descansar de tanto cachondeo. Lefranc al igual que Charles Lindbergh, acaba realizando el mismo vuelo pionero que supuso el hito del Spirit para la historia de la aviación.

Para fans de la aviación y lectores sin prejuicios que quieran conocer el lado desenfadado y gamberro de este mítico personaje creado por Jacques Martin.
 

El vuelo del Spirit, con un aviador muy particular, Lefranc.

El vuelo del Spirit, con un aviador muy particular, Lefranc.

Charles Lindbergh posa con su aeroplano The Spirit of St Louis en 1927

Charles Lindbergh posa con su aeroplano The Spirit of St Louis en 1927


Alix – El comienzo

Aprovechando la presencia de NetCom2 en el Salón del cómic de Barcelona y que en su stand van a poner a la venta algunos de los tan buscados primeros álbumes de Alix, daré mi visión sobre la primera etapa del personaje, la recogida en los tres primeros álbumes.


La particularidad de estos tres Alix (cronológicamente: Alix el intrépido, La esfinge de oro y La isla maldita) frente al resto de la colección es que no fueron concebidos, inicialmente, como aventuras completas sino que se fueron construyendo a base de entregas en la revista Tintín. No sería hasta La tiara de Oribal que el proceso pasase a ser el habitual: Una aventura que se fragmenta en entregas para la revista.
Este hecho hace que notoriamente en Alix el intrepido y de modo menos evidente en sus dos continuadores la aventura fluya a trompicones y en el caso del álbum mencionado constituya una sucesión de avatares con un hílo conductor no demasiado fuerte.
Menos deslavazado es el desarrollo de La esfinge de oro, aunque el sorprendente borrón y cuenta nueva argumental tras el primer tercio del álbum sea desconcertante mientras que esa sensación llega prácticamente a desaparecer en La isla maldita.
Estos dos álbumes contienen, desde mi punto de vista, aventuras con todas las de la ley a las que su gestación sobre la marcha no les quita ni un ápice de su valor como tales. Es más, La isla maldita se encuentra entre mis Alix favoritos.
También es notable la evolución del dibujo, desde un estilo realista de la época (años 40) en Alix el intrépido con abundancia de sombras y tramas hasta una muy academicista línea clara en La isla maldita, estilo que haría brillar con maestría Martin en el cuarto álbum, en esta ocasión ya concebido como tal.

Hay quien se ha sentido decepcionado por estas primeras aventuras de Alix, sobre todo por la primera. Pienso que es necesario poner en su contexto una serie de cosas antes de abordar estas lecturas: tiempo, modo de creación y significado del álbum. Aún así, yo les concedo bastante más valor del meramente arqueológico o del conocimiento completo de la serie, sobre todo a la segunda y tercera entregas que me parecen aventuras muy disfrutables.

Estos álbumes, agotados en su tirada inicial, se están revendiendo en los lugares habituales e incluso en librerías especializadas a precios elevadísimos, mucho más altos que su p.v.p. normal. Quien no los pudiese conseguir en su momento y tenga previsto visitar el Salón del cómic de Barcelona tiene ahora la oportunidad de hacerse con ellos sin ser víctima de abusos de especuladores.


Alix-8 La tumba etrusca

A finales de los sesenta Alix era ya un personaje totalmente consagrado gracias a una serie que había brindado unas cuantas obras maestras y que de modo muy claro poseía unas señas de identidad que la hacían única.
Inquietudes sicológicas, atmósferas conspirativas y fabulosas reconstrucciones de los escenarios históricos son, en mi opinión, los componentes fundamentales de cada aventura. Posteriormente iría poco a poco Martin integrando además el desarrollo de tramas en torno a lo difusa y subjetiva que es en nuestro mundo la línea que separa el bien del mal y lo correcto de lo inapropiado dando lugar a la etapa conocida como de la sospecha.

En esta aventura de Alix, octava en la serie de álbumes, publicada en Tintín a partir de noviembre de 1.967 Martin compondrá una de sus más fantásticas obras de corte intimista mezclando a los héroes con personajes tanto históricos (apoteósico el infame Vedius Polion) como ficticios de no menor fuste y con un muy freudiano malvado a la cabeza.

El culto a Moloch Baal, ya presente en La isla maldita, y el ansia de poder de un presunto descendiente de los reyes tarquinios serán en esta ocasión los desencadenantes de la gran aventura, soberbia en todos sus aspectos y la mejor, en mi opinión, de toda la serie. Publicada en España hace cuarenta años por Oikos-Tau, NetCom2 nos la ofrece ahora con nueva traducción; en unos días estará a la venta.

Un álbum que no se puede perder ningún amante del cómic, una auténtica obra maestra.